Ab

Ab.
1. Ab significa “padre”, y es usado en composición en muchos nombres en hebreo, Abner – padre de luz, Absalón – padre de paz, etc.

2. Es el quinto mes en el calendario sagrado, y es el onceavo mes del año civil, julio-agosto en nuestro calendario. Es un mes triste porque en su primer día, observan un ayudo por la muerte de Aarón Núm. 33:38. En el día noveno, hay otro ayuno en memoria de los decretos divinos que excluyeron los que salieron de Egipto, y otro para la destrucción del primer y segundo templo. También hay un recuerdo del destierro a Babilonia. Se cortan los juncos en este mes. Ve Calendario Hebreo, meses, y especialmente la sección de Ab.




En el mes de Ab, un mes de calor veraniego, empezaba la cosecha de la uva en Israel. (Véase CALENDARIO HEBREO.)

Aarón murió en el monte Hor el primer día de Ab. (Nú 33:38.) Mientras que 2 Reyes 25:8 dice que fue en el día séptimo de este mes cuando Nebuzaradán, el siervo del rey de Babilonia, “llegó a Jerusalén”, Jeremías 52:12 afirma que Nebuzaradán “entró en Jerusalén” el día diez de este mes. Sobre este asunto la obra Soncino Books of the Bible comenta que “el intervalo de tres días tal vez se deba a la diferencia entre la llegada de Nebuzaradán al lugar y el comienzo de las operaciones” (edición de A. Cohen, Londres, 1949). De modo que es probable que Nebuzaradán llegara a Jerusalén el día séptimo, inspeccionara la ciudad extramuros, diera instrucciones para la demolición de las fortificaciones y el saqueo de los tesoros, y luego, el día diez del mes, entrara en la ciudad y su santo templo. Según Josefo (La Guerra de los Judíos, libro VI, cap. IV, secs. 5, 8), los romanos incendiaron el templo de Herodes el día diez del mes quinto (70 E.C.), y luego puntualiza que fue precisamente el mismo día y el mismo mes que los babilonios incendiaron el primer templo.

Durante los siguientes setenta años de exilio en Babilonia, este quinto mes fue un tiempo de ayunos y lamentaciones en memoria de la destrucción del templo de Jerusalén. (Zac 7:3, 5; 8:19.) Fue también en el mes de Ab cuando Esdras regresó a Jerusalén, ya reedificada, para instruir a los judíos en la Ley de Jehová. (Esd 7:8, 9, 25.) — Perspicacia


salv79 ¿Cuándo aceptaste a Jesucristo?
explica que la salvación necesita un momento exacto en que decides de recibir a Jesús como tu Salvador personal. Si no, no eres salvo. Temas: Entendiendo la Salvación | La Necesidad Esencial de Predicar el Evangelio | El Arrepentimiento | La Salvación es una Conversión | ¿En qué momento fuiste salvo? | Conclusión.
Desde el Folleto: Una persona es salva por haber recibido a Jesucristo como su Salvador personal. Pero, la salvación no es algo que “se acerca sin que la persona sepa”, y que la persona presume que pasó, pero no tiene conciencia exacta del evento. El ser salvo es definido, y es exacto en un momento cuando pasa, y las únicas opciones son 1) sí, eres salvo, o 2) no eres salvo o no sabes que eres salvo. De no ser salvo, o de no saber si eres salvo, es lo mismo. No eres salvo.
salv79 ¿Cuándo aceptaste a Jesucristo?.

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Pent11 ¿Dios me Quiere enfermo?
Analizamos la enfermedad como una bendición para prepararnos para la eventualidad de la muerte. ¡Prepárate! Temas: Dios es Dios | 1. Nos Enfermamos por el juicio de Dios | 2. Nos Enfermamos para Probar la Integridad | 3. Nos Enfermamos para la Gloria de Dios | Dios Merece Respeto por Su Control en nuestras Vidas.
Desde el Folleto: Hay una falsa doctrina que es muy común en nuestros días que dice que toda enfermedad es un pecado, y es falta de fe de tu parte, o que no es necesaria ni es la voluntad de Dios nunca. Dicen que los que sufren, sufren porque no tienen fe, y no ordenan a Dios de sanarles. 3 Juan 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Toda sanidad es solamente más tiempo en la tierra antes que morimos, y siempre todos van a morir físicamente.
Isaías 38:5
Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David, tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.
Jeremías 10:18 esta vez arrojaré con honda los moradores de la tierra, y los afligiré, para que lo sientan. 19 ¡Ay de mí, por mi quebrantamiento!, mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente, enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.
Lee el folleto: Pent11 ¿Dios me Quiere enfermo? versión 1.2.